domingo, 12 de febrero de 2017

EL PODER COMO REALIDAD Y COMO PROBLEMA


El poder es una “realidad”, pero también –dependiendo del enfoque y de la práctica- es un “problema” para alcanzar un mundo mejor.

Existe una abundante literatura y enfoques sobre su definición y características que no intentaremos sintetizar, entre otras cuestiones porque me “excede” en cuanto a formación específica.

Sin embargo, de los enfoques más corrientes, nos animamos a decir que “poder es la capacidad que un individuo o grupo A de influenciar o incidir en las decisiones de otro individuo o grupo B”.  Aspectos esenciales serán:

·       La actitud y el propósito de quien ejerce esa influencia
·       El contexto en el qué se da y la actitud de quien es objeto de esa influencia
·       La forma (o modo, medios o recursos que se utilicen) e intensidad en el ejercicio de esta influencia, y por lo tanto de los grados de libertad (desde tendiendo a cero en la cárcel o frente amenaza de muerte hasta el poder omnímodo de control de todos los recursos) para las prácticas de poder.
·       Tiene que haber una coherencia entre la actitud o propósito y los medios para que se obtengan resultados para un mundo mejor. Por lo tanto se desecha el enfoque y la práctica de que “el fin que justifica los medios”, porque -por ejemplo- la apelación sistemática al medio o recurso de la violencia no posibilitará llegar al fin de un mundo mejor (que conlleva “la no violencia”).

Sobre la cuestión del “contexto” y los “recursos” que se utilizan es interesante el enfoque de Alvin Toffler donde en distintos textos (como el “Cambio de Poder” y “La Tercera Ola”) va analizando como cambia el eje del poder a medida que van cambiando las civilizaciones (desde la revolución agrícola hasta la sociedad post industrial).

También la palabra “poder” está relacionada al “verbo” (estoy en capacidad y posibilidad de hacer algo) o al “sustantivo” como lugar de “dominio”. Esta última es la acepción que adopta Max Weber (en Economía y Sociedad) donde el concepto de poder está relacionado al de dominación, es decir, ejercer una autoridad sobre un grupo social determinado y encontrar un grado de obediencia.

Según H. Touzard (La mediación y la solución de conflictos, Ed. Herder, 1980, Barcelona, págs. 56 y siguientes) citando un artículo de French y Raven (de 1959) menciona –desde un punto de vista cualitativo- que las bases del poder son cinco:

1.     El poder de recompensa: es la capacidad que tiene O de procurar a P unas gratificaciones a cambio de un comportamiento dado,
2.     El poder de coerción: consiste en la capacidad que tiene O de administrar castigos a P, si este no acata lo que O le ordena.
3.     El poder legítimo: es el que se basa en el derecho que P le reconozca a O de influir sobre él. Es la definición corriente de la autoridad, que supone un consenso entre las dos personas acerca de la relación entre el status y el comportamiento.
4.     El poder de referencia: descansa en la identificación de P con O. P se deja influir por O porque valora a O. El poder carismático de ciertos individuos prestigiosos corresponde a esta definición.
5.     El poder de competencia: se origina en los conocimientos particulares de O, reconocidos por P. Es el poder que posee el experto (podemos generalizar al sistema científico-tecnológico que posee una comunidad o un país) y que presume la confianza, la certidumbre P que O no abusará de sus conocimientos para engañarle.

También se han agregado el poder de información y comunicación, Los “recursos” para ejercer estos poderes van desde el control de instituciones (la más importante es el Estado), del dinero bajo forma de capital (por lo tanto el sistema capitalista puede ser considerado como una forma particular de manifestación del poder y en consecuencia abordado desde esta perspectiva), de redes y medios de información y comunicación

Podemos preguntarnos (y desear) que pueda prevalecer el poder como un servicio expresado en una influencia basada en una autoridad del ejemplo personal, del respeto de reglas acordadas democráticamente que cuiden las personas y el medio ambiente, donde el recurso económico del capital sea un “medio” y “no un fin”, que las redes sirvan para compartir saberes, aumentar la empatía y posibilitar acciones para el bien común, que en lo macro sea derivado de una democracia que crece en conciencia y nos lleven a un mundo mejor? De lo contrario, si prevalece el poder como dominio, con recursos cada vez más poderosos, seguramente pereceremos sobre la faz de la Tierra.

Para finalizar, y a modo de hipótesis, si tomamos al concepto de poder desde la energía o desde la física, podemos decir que el poder es energía transformada en fuerza. Qué tipo de energía? Qué tipo de fuerzas? De ello dependerá el tipo de poder? En otra entrada de “Textos Breves” vamos a reflexionar sobre la energía expresada como “agresividad” y sus interpretaciones.

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