Qué energía se canaliza en
forma de poder? Vamos a suponer que esto se expresa como “agresividad”. Dicho
término tiene dos versiones en idioma inglés: a) agressivity y b) aggressiveness.
Para esto la fuente que utilizaremos es el Diccionario de Psicoanálisis, de J. Laplanche y J-B.
Pontalis (1993), páginas 12 a 17, donde expone sobre la “agresividad”
Señala que hay distintos
enfoques. Por un lado tenemos el vinculado con las pulsiones desarrollado por
Freud (antes por Adler en 1908) donde “el término pulsión agresiva lo reserva
Freud para designar la parte de la pulsión de muerte dirigida hacia el exterior
con la ayuda especial de la musculatura. Se observará que esta pulsión
agresiva, y quizás también la tendencia a la autodestrucción, solamente puede
ser captado, según Freud, en su unión con la sexualidad”. Esta forma de
entender la agresividad se relaciona con la palabra inglesa “agressivity” por
lo tanto está relacionada con el “dominio” (y formas de destrucción hacia fuera
y hacia dentro).
En cambio la palabra
“aggressiveness” es raramente maliciosa o destructiva y es entendida como una
acción asertiva o de manejo. Podríamos decir que es una forma de energía
vinculada con la actividad. Este concepto más amplio de “actividad” es
planteado por Daniel Lagache. Por lo tanto una clave será, si tomamos esta
última definición más amplia, en que orientamos esta energía, esta actividad en
el marco de una libertad positiva de servicio y de vínculo constructivo con
otras personas y el medio ambiente.
Si fuera el primer concepto
(de “agressivity”) sin duda será una expresión de dominio, y por lo tanto de
injusticia, exclusión, infelicidad (entendida como falta de un sentido de
vínculo de armonía y de paz) que generará daños y reacciones en terceras
personas con las consiguientes revueltas, revoluciones y guerras. Por lo tanto
este tipo de energía no nos llevará a un mundo mejor. Encontraremos los caminos
para una “buena aggressiveness”?
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